¿Juntos o separados?
Como todo aquello que se relaciona a los sentidos, las opiniones varían dependiendo de los gustos. Y en efecto, el mezcal entra en esa categoría. Ya hemos hablado de las diferentes controversias que rodean este destilado: la presencia del gusano, disfrutarlo solo o en coctel, entre otras.
Hoy nos corresponde hablar de un emparejamiento que se ha vuelto tendencia: el mezcal y la cerveza. Es muy común ver este par en restaurantes o bares, incluso muchos aseguran que es la forma correcta de disfrutar un mezcal; sin embargo, la verdadera pregunta es: ¿realmente es una buena idea combinar ambas bebidas?
Algunos conocedores afirman que la malta de la cerveza bloquea el sabor del mezcal, lo que hace recomendable esta combinación para aquellos que empiezan a familiarizarse con este destilado. No obstante, otras opiniones señalan que mezclar diferentes tipos de alcohol puede ser una mala idea, sobre todo si lo que se quiere evitar es la resaca, ya que este cruce potencia el porcentaje de alcohol, lo que eleva el grado de intoxicación. Por tal motivo, muchos también aconsejan disfrutar el mezcal solo con un vaso de agua mineral o natural.
Otra idea común es mezclar cerveza con mezcal joven, ya que éste contiene sabores menos complejos que el añejo, lo que haría de esta combinación una más amigable para los paladares principiantes. Cabe destacar, que si bien el mezcal añejo tiene sabores más intensos, combinarlo con algunas versiones de cerveza artesanal ofrece variaciones culinarias muy interesantes.
Entonces, ¿quién tiene razón? La verdad es que en gustos se rompen géneros. El mezcal es para disfrutarse despacio y a besitos, ya sea con cerveza o solo, lo importante es conocer nuestro propio paladar y descubrir nuevas rutas de sabor.
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