Una bebida llena de simbolismo y tradición.

El mezcal es una bebida espirituosa de origen mexicano que ha tenido gran auge en los últimos años. Lo cual ha propiciado su regulación y clasificación, tanto en el proceso de elaboración como en su denominación de origen, donde se reconoce a Oaxaca, Durango, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Tamaulipas, Zacatecas y Puebla como productores certificados de esta bebida.

Se podría decir que la historia del mezcal aún se está escribiendo, una historia que inició a la llegada de los españoles, pues a pesar de que nuestros ancestros prehispánicos ya utilizaban el agave para elaborar bebidas como el pulque, fue hasta la llegada de las técnicas de destilación árabes que trajeron los colonizadores, que se comenzó a producir este tipo de bebidas con alta graduación alcohólica.

En Oaxaca el mezcal forma parte fundamental de su identidad, es una bebida ritual que acompaña tradiciones, fiestas y ceremonias, su simbolismo acompaña a los oaxaqueños en entierros, nacimientos, fiestas patronales y en la bendición de las milpas para tener una buena cosecha. Es la bebida principal en los bautizos, bodas y todo tipo de convivencias familiares y comunales. A diferencia del resto, el mezcal es una bebida ritual, ceremonial y de la vida civil de muchos pueblos indígenas del país.

En la producción de esta bebida el mezcal de oaxaca es el más posicionado con respecto a los estados que están dentro de la Denominación de Origen del Mezcal, debido a la gran variedad de agaves que se dan en el estado y por tener el primer lugar en  producción de mezcal para consumo nacional y de exportación.

Mezcal Cómplice es 100% oaxaqueño, elaborado con agave espadín del poblado de San Dionisio Ocotepec. Un mezcal premium, reconocido con dos premios internacionales a las bebidas espirituosas: San Francisco World Spirits Competition  y SIP Awards: International Spirits Competition.