Cómo elegir tu mezcal
Saber identificar los elementos que componen la etiqueta del mezcal puede ser de mucha utilidad al momento de elegir entre la creciente oferta que hay actualmente. Ésta nos ayudará a hacer una selección más consciente y acorde a nuestros gustos, algunos aspectos que debes tomar en cuenta son:
- Tipo de agave: Los sabores naturales que aporta el espadín, son muy diferentes a los de un tobalá o un tepeztate. Aprender a diferenciarlos te ayudará a reconocer cuáles notas tienen mayor armonía con tu paladar.
- DOM: Verifica que el mezcal fue producido en uno de los nueve estados con Denominación de Origen del Mezcal, como lo son Oaxaca, Durango, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Puebla, Tamaulipas y Zacatecas. Esto garantizará que el mezcal fue elaborado bajo ciertos parámetros y estándares de calidad establecidos por el Consejo Regulador del Mezcal.
- Localidad de origen: Comprueba si el mezcal es oriundo de algún pueblo específico. Existen varias zonas que se especializan en la elaboración de mezcales cuyos sabores varían dependiendo de la altura, riqueza y fertilidad de las tierras donde se cosecharon los agaves.
- Holograma del Consejo Regulador del Mezcal (CRM): Con el propósito de avalar la certificación del mezcal, el CRM otorga un distintivo en forma de holograma que debe encontrarse en cada botella de mezcal que cumpla con los estándares de elaboración y calidad.
- Maestro mezcalero: La producción del mezcal es un arte que suele ser transmitido durante generaciones de maestros mezcaleros, es decir, las personas que se encargan por completo del proceso de elaboración, desde la selección de los agaves que se utilizan hasta su embotellamiento. Por esta razón, el nombre de la persona detrás de su mezcal no solo es una información valiosa, sino que además refleja respeto por la experiencia y pasión con que cada maestro elabora su mezcal.
- Tipo de proceso: La calidad premium de un mezcal se refleja en la riqueza de aromas y sabores que éste obtiene durante su proceso artesanal o ancestral; variedad que comúnmente resulta inferior en los mezcales de origen industrial, debido a la presencia de químicos y a la falta de contacto con elementos de origen natural como la madera.
- Tipo de reposo: El mezcal se suele clasificar en joven, reposado y añejo. El primero es el mezcal que se embotella después de ser destilado, mientras que los otros son reposados durante un lapso de tiempo en barricas de madera, o incluso en recipientes de vidrio. El tiempo de añejamiento y tipo de reposo le dará una gama extra de sabores a tu mezcal, por eso es importante que reconozcas cuál mezcal estás eligiendo.
- Año, lote y número de botella: Esta información te facilitará el reconocimiento entre diferentes producciones de mezcal, y llegado el caso, incluso te puede ayudar a coleccionar tus preferidas. Por ejemplo, si el lote “A” del año 2016 tenía sabores minerales y cítricos más acentuados que el lote “B” del mismo año, probablemente querrás conseguir todas las botellas disponibles de esa serie.
- Porcentaje de alcohol: Los mezcales con un grado medio-alto de alcohol permiten apreciar con mayor facilidad los diferentes aromas y sabores de esta bebida, por esta razón se recomienda elegir el mezcal con graduación alcohólica superior a los 40°.
Ahora que ya sabes cómo elegir tu Mezcal Cómplice, ¿cuál llevarás a tu próxima reunión? ¿De Aventura, Amor, Éxito o Vida?