Una complicidad que nació en las costas de Oaxaca
La complejidad del mezcal nos ofrece un sinfín de posibilidades para disfrutar: solo, en cóctel, acompañado de otra bebida o experimentando con texturas y sabores a través del maridaje con comida. Y para temporadas como esta es imposible no saborear el mezcal con mariscos, un maridaje que surgió gracias a la complicidad con la gastronomía oaxaqueña.
El mezcal espadín es una excelente opción para este maridaje, ya que su equilibrio entre sabores cítricos y aromas herbales, así como su nobleza con el paladar, realza y complementa los sabores condimentados de los mariscos.
Un mezcal joven, como Cómplice de Aventura con sabores cítricos y frutales, es ideal para un carpaccio de salmón o platillos como camarones al ajillo, al mojo de ajo o caldo de langostinos.
De igual forma por su aroma ligeramente ahumado con notas herbales va perfecto con pescado a las brasas o a la talla.
Para acompañar un ceviche o una ensalada de mariscos frescos se recomienda disfrutar el mezcal en una Margarita o en Frescura, un cóctel original de Mezcal Cómplice con los sabores refrescantes de la naranja y el jengibre.
Pero el mezcal no se limita solamente a ser un acompañamiento, también se vuelve protagonista en diferentes platillos tales como camarones al mezcal o en esta receta de róbalo con Cómplice de Aventura.
Sea cual sea tu platillo favorito con mariscos, marida con la línea espadín de Mezcal Cómplice, una variedad que ofrece mezcal joven, reposado y añejo ideales para apreciar las texturas, los aromas y el sazón de la Cuaresma.