Mezcal añejo
Sin duda, el mezcal ideal para el disfrute y reconocimiento de una vida llena de éxitos y buenaventura es el mezcal añejo.
El proceso para elaborar cualquier mezcal de la familia Cómplice inicia con la selección de agave espadín maduro, con ocho a diez años de vida, el cual ha sido cultivado de manera orgánica, vigilado y cuidado por el maestro mezcalillero.
Cada parte del proceso es artesanal y lleva un control y perfección que resguardan la calidad premium de nuestro destilado. Esta dedicación va dirigida tanto para el mezcal que se embotella jóven como para el que será reservado para su añejamiento.
Barricas de roble blanco americano con tostado medio son seleccionadas para guardar el mezcal joven, aún lleno de notas de humo, que el maestro mezcalillero ha seleccionado con base en la experiencia que los años y la tradición le han otorgado. El tiempo que pasa nuestro Cómplice de Éxito en barricas es un año, durante el cual se conserva a una temperatura y humedad perfecta. Es de aquí de donde obtiene su sabor inigualable.
El resultado de la espera y dedicación son sabores y aromas que evocan a la madera de roble americano, tonos intensos y dulces que se conservan en el paladar, además de un cuerpo robusto y brillante color ámbar.
Sin duda, un sabor para disfrutar de los momentos en los que miras atrás y contemplas con satisfacción y alegría aquello que has logrado construir. Celebra estos momentos con un mezcal añejo, con un Cómplice de Éxito.