Complicidad para antes y desupúes de tus platillos.

La costumbre de consumir alguna bebida alcohólica antes o después de los alimentos se remonta siglos atrás, desde la creación de los primeros fermentados como el hidromiel, la cerveza y el vino. La finalidad de los aperitivos es estimular el apetito y en el caso de los digestivos es facilitar el proceso de la digestión.

Los aperitivos por lo general tienen características más frutales, cítricas, secas e incluso amargas obtenidas por destilación o maceración de hierbas o plantas que despiertan el apetito, como el vermut, el jerez y el mezcal joven.

Por otro lado, los digestivos facilitan y aceleran la digestión, suelen ser bebidas con alto porcentaje de alcohol y mayor concentración de azúcares, que producen una sensación de ligeresa. Regularmente se usan licores y aguardientes, sin embargo, en la actualidad los mezcales reposados y añejos han ido cobrando importancia debido a su amplia gama de  aromas y sabores.

Un mezcal joven, como el Cómplice de Aventura, por su sabores cítricos y frutales, es ideal para disfrutarse antes de los platos fuertes, ya sea  solo o en coctel. En contraste, los mezcales añejos, como Mezcal Cómplice de Éxito y Mezcal Cómplice de Vida con notas a madera, tabaco, vainilla y chocolate son la elección ideonea al finalizar los alimentos.

Ahora que conoces más acerca de los mezcales y sus atributos como aperitivos y digestivos comienza y finaliza tus platillos con mezcal.